Estas clavijas facilitan muchísimo la vida a la hora de afinar. La parte que gira no está en contacto con la madera, por lo que no se desgastan los agujeros del clavijero. Van muy suaves y no se destensan.
Además, eliminando los microafinadores incrementarás la distancia de la cuerda entre puente y cordal, lo que mejorará el sonido de tu violín. Yo las compré en color palisandro, que es un poco más oscuro de lo que me gustaría, pero no había otra opción o éstas o negras.
La instalación es sencillísima, si tu violín no está muy trillado y tienes los agujeros de las clavijas en buenas condiciones, compra este tamaño, yo corté el sobrante de la clavija con una Dremel y luego las lijé a mano, pon especial cuidado en limpiar después muy bien las clavijas, humedece un poco con un algodón el agujero del calvijero e introduce las clavijas suavemente.