Me ha sorprendido bastante la series Pro de Jeff Loomis.
Para empezar es una guitarra ciertamente original con ese acabado de chorro de arena que sin duda la hace destacar. El mástil es finísimo, quizás demasiado para mi gusto, incluso, pero es una guitarra que se toca de maravilla debido a su fácil acceso a todo el diapasón. Binding blanco alrededor de toda la guitarra, le da un aspecto más "clásico" dentro de la agresiva estética Kelly.
Las pastillas me han sorprendido mucho. Quien se espere un sonido tipo EMG se va a llevar una sorpresa: suenan tremendamente cálidas y a la vez muy potentes (quizás demasiado, se acoplan bastante). La pastilla del mastil me ha sorprendido especialmente.
La guitarra venía des (afinada) en MI, pero le puse un calibre mayor para afinarla más baja y no me llevó mucho tiempo ajustar los muelles de atrás y el puente. No tuve que tocar la altura del mismo, estando con una acción muy baja pero sin apenas cerdeos u otros ruidos.
Ahora viene la parte mala de la review, que no se aplica necesariamente a la guitarra en sí, si no al control de calidad y a los accesorios. La guitarra venía con el diapasón, tan desnutrido que parecía palorosa... me dieron ganas de volverla a meter en la caja y devolverla nada más verlo. Afortunadamente no lo hice y después de nutrirlo con los productos adecuados luce como debe ser. Además mi modelo tiene una veta que abarca varios trastes que queda especialmente bonita. los microafinadores del puente estaba atascados de suciedad y tuve de nuevo que lubricarlos. Al igual que la tuerca de ajuste del alma (que por cierto es un punto que esté en esa posición y no debajo de una tapa en el clavijero).
Otro punto negativo a destacar: no viene ni con una triste gig-bag. En una gama de precios por encima de 1000€ creo que es "imperativo" y más en una guitarra tan "picuda" que no le sirve cualquier estuche. Dean por ejemplo entrega estuches rigidos de alta calidad por menos de lo que vale esta Jackson y con una calidad de construcción similar.